Acribillada por la luz
una mitad del muro
salina vertical
La cortina su derramada sombra
azul marejada
sobre la cal del otro lienzo
Afuera el sol combate con el mar
El piso de ladrillo
respirado respirante
El azul se tiende
sobre la cama se extiende
Una almohada rosada sostiene
una muchacha
El vestido lacre todavía caliente
los ojos
entrecerrados no por la espera
por la visitación
Está descalza
La plata tosca enlaza
refresca
un brazo desnudo
Sobre sus pechos valientes baila el puñal del sol
Hacia su vientre
eminencia inminencia
sube una línea de hormigas negras
Abre los ojos
de la miel quemada
la miel negra
al centelleo de la amapola
la luz negra
Un jarro sobre la mesa
Un girasol sobre el jarro
La muchacha
sobre la manta azul
un sol más fresco