Octavio Paz

Jardín

A Juan Gil Albert

Nubes a la deriva, continentes
sonámbulos, países sin substancia
ni peso, geografías dibujadas
por el sol y borradas por el viento.
 
Cuatro muros de adobe. Buganvillas:
en sus llamas pacíficas mis ojos
se bañan. Pasa el viento entre alabanzas
de follajes y yerbas de rodillas.
 
El heliotropo con morados pasos
cruza envuelto en su aroma. Hay un profeta:
el fresno –y un meditabundo: el pino.
El jardín es pequeño, el cielo inmenso.
 
Verdor sobreviviente en mis escombros:
en mis ojos te miras y te tocas,
te conoces en mí y en mí te piensas,
en mí duras y en mí te desvaneces.

(1939)

#EscritoresMexicanos [1939-1944]

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