Quedo distante de los sueños. Abandona mi frente su marea, avanzo entre las piedras calcinada… y vuelvo a dar al cuarto que me en… aguardan los zapatos, los lazos de…

Las horas, su intangible pesadumbr… su peso que no pesa, su vacío, abigarrado horror, la sed que expí… frente al espejo y su glacial visl… mi ser, que multiplica en muchedum…

No estoy en la cresta del mundo, El instante no es columna de estilita, no sube desde mis plantas el tiempo,

A Ramón Xirau Golpean martillos allá arriba voces pulverizadas Desde la punta de la tarde bajan verticalmente los albañiles

Con la lengua cortada y los ojos abiertos el ruiseñor en la muralla Ojos de pena acumulada y plumaje de sangre

Ojos medulas sombras blanco día ansias afán lisonjas horas cuerpos memoria todo Dios ardieron todos polvo de los sentidos sin sentido ceniza lo sentido y el sentido

Yo dibujo estas letras como el día dibuja sus imágenes y sopla sobre ellas y no vuelve

Devora el sol restos ya inciertos; el cielo roto, hendido, es una fos… la luz se atarda en la pared ruino… polvo y salitre soplan sus desiert… Se yerguen más los fresnos, más de…

Con los ojos cerrados te iluminas por dentro eres la piedra ciega Noche a noche te labro con los ojos cerrados

III A la orilla, de mí ya desprendido, toco la destrucción que en mí se a… palpo ceniza y nada, lo que llueve el cielo en su caer oscurecido.

Dame, llama invisible, espada fría… tu persistente cólera, para acabar con todo, oh mundo seco, oh mundo desangrado,

Inmóvil en la luz, pero danzante, tu movimiento a la quietud que crí… en la cima del vértigo se alía deteniendo, no al vuelo, sí al ins… Luz que no se derrama, ya diamante…

Entre la noche y el día hay un territorio indeciso. No es luz ni sombra: es tiempo. Hora, pausa precaria,

Cantan las hojas, bailan las peras en el peral; gira la rosa, rosa del viento, no del rosal. Nubes y nubes