Al cielo no le quedan estrellas, ni brillo a tu mirada.
Las flores ya no florecen, y tu sonrisa se marchita.
En esta noche helada, te ves frío como la brisa.
Y tu mano congelada, de repente se topa con la mía.
Tomados de las manos, bailamos al compás de este,
sueño llamado me querías.