En silencio me pregunto
si aquello que viví
fue lo más oportuno,
lo más sensato.
O si mi vida se basa
en el remedio irremediable
de saberme triste y solo
en un mar de posibilidades.
¿Dónde quedó el ancestro
que fue asesinado a sangre
fría por otro que, siendo diestro,
se sirvió de un pequeño alambre?
¿Dónde está la bisabuela de mi bisabuelo?
¿Dónde se esconde su llanto?
¿Cómo interpretaban ellos el cielo?
¿A qué le llamaban canto?
Imposible saberlo.
Imposible saberse y reconfigurarse.
La idea de un pasado
Me hace reír.
Porque para irrisorio
está el mundo
que vuelve cenizas
lo que eran sentimientos.
Para irrisorio tenemos la historia
que fue escrita por gente.
Gente con intereses propios,
gente como yo. Como tú.
El paso del tiempo es un chiste.
Porque vuelve células muertas
lo que antaño había sido
un mar de ansiedad y enojo.
La condición nos hace creer que somos más.
Pero terminaremos todos
Siendo menos. Mucho menos.
Cuando llegue ese momento,
también hay que reírse de uno mismo;
de su metamorfosis al olvido.