Por el lugar que habita el detalle en tu mirada,
y la forma exacta de tus ojos.
Por tus vestidos a lunares,
y los lunares de tu piel.
Por tu sonrisa enamorada,
y lo sutil de tu perfume.
Por tu llanto simple y desolado.
Por amarme allá, donde muere tu silencio.
Por encontrarme con tu boca inevitable,
y comprender el sutil lenguaje de tu cuerpo.
Por tu inigualable compañía,
y tu independiente rebeldía.
Por ser el sueño de mis sueños.
Por ser lo mejor de mi poesía.