Contagiame un poco de tú orden,
De tú templanza.
Requiero ordenar mí casa, mí habitación, mí espacio.
Cada vez que me encuentro haciéndolo, me detengo a pensarte e imaginarte.
Un momento se convierte en horas
Una vez más, todo se ha detenido; estoy jugando con mí imaginación y te traigo de nuevo aquí