Los versos del Capitán
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Hemos perdido aun este crepúsculo. Nadie nos vio esta tarde con las m… mientras la noche azul caía sobre… He visto desde mi ventana la fiesta del poniente en los cerr…
Era el crepúsculo de la iguana. Desde la arcoirisada crestería su lengua como un dardo se hundía en la verdura, el hormiguero monacal pisaba
Qué tienes, qué tenemos, qué nos pasa? Ay nuestro amor es una cuerda dura que nos amarra hiriéndonos y si queremos
Tu mano fue volando de mis ojos al… Entró la luz como un rosal abierto… Arena y cielo palpitaban como una culminante colmena cortada en las… Tu mano tocó sílabas que tintineab…
Preguntaréis: Y dónde están las l… Y la metafísica cubierta de amapol… Y la lluvia que a menudo golpeaba sus palabras llenándolas de agujeros y pájaros?
Todos me piden que dé saltos, que tonifique y que futbole, que corra, que nade y que vuele. Muy bien. Todos me aconsejan reposo,
¿Se va la poesía de las cosas o no la puede condensar mi vida? Ayer mirando el último crepúsculo yo era un manchón de musgo entre u… Las ciudades hollines y venganzas,
Otra vez, otra mil vez retorno al Sur y voy viajando la larga línea dura, la interminable patria custodiada por la estatua infinita de la niev…
La tierra verde se ha entregado a todo lo amarillo, oro, cosechas, terrones, hojas, grano, pero cuando el otoño se levanta con su estandarte extenso
Recordarás tal vez aquel hombre af… que de la oscuridad salió como un… y antes de que supiéramos, sabía: vio el humo y decidió que venía de… La pálida mujer de cabellera negra
Corazón mío, reina del apio y de l… pequeña leoparda del hilo y la ceb… me gusta ver brillar tu imperio di… las armas de la cera, del vino, de… del ajo, de la tierra por tus mano…
La edad nos cubre como la llovizna… interminable y árido es el tiempo, una pluma de sal toca tu rostro, una gotera carcomió mi traje: el tiempo no distingue entre mis m…
Era mi corazón un ala viva y turbi… y pavorosa ala de ahelo. Era la Primavera sobre los campos… Azul era la altura y era esmeralda… Ella—la que me amaba—se murió en…
Ay no quieres, te asusta la pobreza, no quieres ir con zapatos rotos al mercado
En su llama mortal la luz te envue… Absorta, pálida doliente, así situ… contra las viejas hélices del crep… que en torno a ti da vueltas. Muda, mi amiga,