Zaynel García

Cánticos del Alma

Cómo me gustaría ser algo distinto…
 
Ser de arcilla, quisiera, para dejar mi cuerpo en manos del artista y convertirme en vivo reflejo de su infinita imaginación…  
 
Ser una roca, tal vez, para encerrar mi corazón en dura coraza y solo dejar que las gotas del roció lleguen hasta mis lentos latidos...
 
Ser el viento y así poder peinar con mis dedos la cabellera de los árboles, la piel de las montañas o besar la cresta de las olas…
 
Ser el fuego para arder en mí mismo y aportar calor en las frías noches, o simplemente para simular a una luciérnaga…
 
Ser el mar, me encantaría, para esconder entre mis faldas a millones de peces, para fabricar perlas y fecundar la infinita semilla…
 
Ser una orquídea y así pavonearme entre la brisa, mientras presumo mi fragancia a los nardos y guardó mis dulces encantos...  
 
Ser, quizás… un colibrí, para hacer coreografías en el viento, hurgar los secretos de las flores y hacerle el amor a sus pistilos…
 
Cómo me gustaría ser algo distinto…
 
Me conformaría con ser la brizna que se deja arrastrar por la brisa, así abandonaría el nido y llegaría hasta el curvo horizonte…
 
Ser el sol, ¡milagro sería!, para iluminar hasta el más oscuro de los rincones, o tan siquiera para vivir suspendido en el vasto cielo…
 
Ser la luna, ¡dichoso sería!, y con mi encanto despertar a la melancolía, al ensueño, para reflejar mi pálido rostro en aguas de espejo…
 
Ser el tiempo, ¡castigo! para almacenar en mi cúpula la historia del universo, para disfrazar de aguja fina mi oxidada espada…
 
Quisiera ser el amor, ¡plegaria! y llenar con mi fragancia el corazón de los hombres, para ablandar la costra que no deja respirar al mundo…
 
Ser el poeta que puede expresar con palabras lo que se esconde tras el silencio, aquel que embelesa con su verso al corazón más pétreo…
 
Ser la nada, y conocer la fuente de donde emergen las cosas, ser la llama que se enciende en cada estrella, en cada hombre y en cada respiración.  
 
Ser yo mismo, ¡el mayor de los placeres! para descubrir que puedo ser el sol, la luna, que puedo ser el tiempo; pero sobre todo, que en el fondo de mí y de cada sustancia anida el silencio.

(2015)

#VersosLibres

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