Tengo en mi bolsillo bien escondiditas
una que otra disculpa por pisotear tu recuerdo
Tengo miles de palabras que enaltecen tu nombre
y otras más que te destrozan
Tengo guardado en algún rincón de mi mente
aquellas noches cuando dormía contigo y amanecía con tu ausencia
Tengo en una caja fuerte las melodías de tu voz que te han sentenciado
y en la punta de mi lengua la profecía que al fin pisotea las norma de mi franqueza
Tengo tantas cosas para ti, que antes de obsequiártelas
me gustaría vacunarte contra sorpresas