Temblores
Un día te levantas,
Y sueñas.
Sueñas con amores sinceros.
Con risas y llantos compartidos,
con delicadeza, como los gatos cuando lamen a su ser querido.
Soñaba con amores puros,
con amores que pudieran sostenerme con ternura,
de esa que me gusta dar.
Soñaba con felicidad,
soñaba con lealtad.
Soñaba con el amor.
Y ahora tengo pesadillas,
y miro en las esquinas
y tiemblo en el baño de mi casa;
o lo que queda de mi casa,
tiemblo como aquella noche en donde todo parecía muy grande para una niña de 14 años.
Pero no es el miedo al mundo y al humano cruel,
ahora tiemblo por el amor,
ese que tanto anhele y que hoy,
a pesar de tanto querer,
sigo sin tener.
