Unas ondas invisibles
Llegan a mis oídos
Para detener las lágrimas del día.
Unas palabras
Llegan a mi cabeza
Para identificarme con ellas.
Unos sonidos
Llegan hasta mis sentimientos
Para despertarlos de aquel sueño.
Te haces llamar música,
Mas sin embargo yo te llamo alegría.
Te dicen canción
Pero prefiero decirte amor, nostalgia, miedo...
Te conocen como melodía
Yo solo te conozco como armonía.
Yo solo digo uno, uno, uno menos.
Ellos me cantan uno, uno, uno más.
Cura como médico
Cuida como madre
Quiere como amigo
Acaricia como amante.
Conozco a Beethoven, pero no quiero llevar
Su misma sangre.
A diferencia de él, yo sí me suicido
Porque no tenerme dentro de mí
Ya es mi mayor perdición.
Ahora Jesús está triste
Al notar que tengo nueva salvación.
Aún si la estación inventa otras rutas
Para que la gente tenga
Más opciones que ver,
Ninguna es capaz de llegar a tener
Tantas como los que la música posee.
Suenas con el vecino
Suenas en la cuidad
Recordándote, lo olvido
Anhelando, más lo odio
En mi mayor cegadez, te estoy viendo
Me sigues como perro con dueño
Me tienes aquí buscándote.
Aquellos sonidos,
Son mi medicina favorita.
Son mi alegría favorita
Son mi amiga favorita.
Son mi caricia favorita.