Brotaron las flores en el jardín de la desesperanza.
El mundo se impregnó de sus olores,
Que no puede soportarla.
Viento hostil de incertidumbre cruza de norte a sur.
Ya las avecillas no cantan, como en el ayer azúl.
Grises riachuelos mojan las veredas, son lágrimas de ojos, gastados de tanta tristeza.
El mundo ignora por querer ignorar, lo que hasta al oriente llega.
Brotaron las flores en el jardín de la desesperanza;
Sombrias nubes de indiferencia nublan al sol.
Los niñitos ya no juegan por los prados, por el temor de un misil mutilador.
Las mariposas ya no danzan por los prados,
Y el cántico de los grillos parecen endechas que nadie quiere tan solo escuchar.
El angel de la locura asesino a la cordura,
Y los poetas al unisono, solo exclaman..., paz.