En una noche de aquella sin contar las estrellas y sin rezar una plegaria apareciste, y tu sonrisa ilumino mi frente, cambio mi destino y calmo mi mar hacía rumbos interminables, mis caminos de jornadas en vigilias y mi soledad se hizo humo en llamaradas de seda.
Te metiste en mi mundo sin preguntar la edad exacta de mis frustraciones y la lluvia hizo el gran milagro de unirnos atravesaste el umbral secreto de mi corazón y cada partida tuya era mi muerte diario.
Me presentaste a personas fantásticos de gente con sonrisas que iluminaba el gran firmamento y entendí que eres un gran ángel cansado de batallas sin rumbo en la esquina de una vereda sin fin y necesitabas un compañero de vida a la cual confiarles todos tus secretos.
Entendí por fin todas esas cosas y lloré largo rato porque comprendí que fuiste enviado del cielo, entonces di gracias y bendije el viento solo para conceder un puñado de esperanza en este incansable camino.
Te amo con las más lindas notas que existe en las melodías de un músico, en las noches consteladas y en el silbido de una cigarra estás tú para concederme el gran milagro de tu compañía.
Gracias por estar cuando la tristezas desgana todo mi mundo
Gracias por creer en la gran magia de la vida y el calor que da el amor
Gracias por ser el protagonista de mi historia y filmar mis sueños en una cámara de felicidad.
Gracias por todos, eres el más grande héroe de un sueño fantástico