Crepúsculo cayendo, olas quebrándose
fuego ardiendo.
¡La Tierra tiene sed de venganza!
En nuestra alma pálida, oscura y fría
vemos como la gran niebla destructora
atropella y arrebata, eso que no supimos cuidar.
Pronto el zumbido de guerras renace
entre los mares, y todos ansiamos vientos
de armonía y soledad.
somos nosotros, los únicos culpables de
este juego sangriento, en el que todos
salimos perdiendo.
Porque “La Tierra no esta muriendo,
esta siendo asesinada”.