Una tormenta acaba de pasar,
y quien sabe cuantas mas vendrán,
solo se que jamas
tu mano voy a soltar.
Los momentos duros son cruciales
para entender cuanto valoramos a alguien,
para entender que no lo cambiaríamos
y en otra vida volveríamos a elegirlo.
No, claro que no es fácil,
nuestro ser se vuelve tan frágil,
sentimos desfallecer
por el miedo a perder.
Pero mas allá de eso,
aprendemos en el proceso
que en alguien te puedes afirmar,
que ese alguien te puede liberar.
A pesar de todo lo afrontado,
algo me queda mas que claro:
Que quiero pasar mi vida contigo
por mas duro que sea el camino,
que se que podemos permanecer juntos
mas allá del tiempo mismo.