Se muere aquel que ve la cara a Dios;
vimos la cara a Dios juntos los dos;
tú ya te has muerto,
yo sigo en el desierto
marchando de tu santa huella en pos.
También yo me morí
y estoy soñando nuestra madre Muerte;
yo quedé muerto en ti
y es el amor más fuerte.
Con tu ojos y en ellos a Dios vi;
nuestros ojos mezclados a Dios vieren.;
fué común la mirada
y entonces nuestras vidas se murieran
en abrazada.
Después que juntos vimos al Dios vivo,
de la muerte por Dios vida recibo.