No se si es un pájaro o un espíritu vagando,
Que hace de mi noche tortuosa pesadilla...
Desgarraduras de uña sobre mi ventana,
Que ruge como una garganta oscura.
Las sombras de los árboles se sienten;
Mirándome alucinada sobre mi ventana,
Y los cuervos arrojan un sonido de miedo,
Diciendo: pronto nos iremos...
¿Y que haré contigo Mañana?...
Manos temblorosas en mi bailaban;
Con mi cara pálida toda arrugada...
Paralizado mi cuerpo sobre mi cama,
Probablemente queriendo responder
A su llamada.
El aire arroja un odio de rosa muerta,
Del rostro elegido embellecido...
Y la mujer de rojo abrigaba mi alma,
Con su mano delicada fragancias de lirios.