Somos como un ser que no tiene memoria,
Como alguien que no puede pensar;
Que no ve más allá, acerca de su gloria:
Que sólo sueña, pero no puede despertar.
Por qué, cuando sueñas, es todo duradero,
Parece un simulacro propio que puede durar;
Más nada de lo que vemos es verdadero
Tanto tiempo como asumes aprendes a madurar.
Por una larga pista de siglos y de obstáculos,
De vez en vez, la muerte vamos a saltar;
Para llegar aquí, saltaremos los obstáculos
Para llegar a Dios, tenemos que pasar.
Somos como un ser que no tiene memoria,
Que no se acuerda ni de su vida pasada;
Vamos de tumbo en tumba, en nuestra gloria:
Alguna clase de alteridad, alma aventurada.
Para llegar a Dios que está sentado,
Debes agitar realmente el sentido;
Libera la mente del mar de lo desconocido:
Para saber cuantas veces hemos saltado.