Pensando en una parte de mi vida
me doy cuenta en toda mi existencia,
que apareces como niña prometida
formando parte de mi experiencia.
Voy contando los meses y los días
que te miro del balcón de mi casa,
y en cada poema, que pasa y pasa
eres tú la inspiración de mi alegría.
Solo espero, en cada poema mío
pueda amada, llamarte siempre mía,
como cuando por amarte espero.
Que llegues tú a alegrarme el día
que del divino amor que esmero,
pueda siempre dedicarte poesía.