Dicen que el corazón al sentirse herido
por un amor que lo ha traicionado,
tiende a dejarse morir en el olvido
dejando su latir y su amor a un lado.
Que muere, dicen, al mirar hundido
ese que fue un dulce sentimiento,
de aquel que se pierde en el olvido
dejando solo un vacío pensamiento.
Y así también, cuando el amor nos hiere
después de haber ofrecido tanto,
para luego terminar abandonado.
En los brazos profundo de la muerte
así mi corazón no poder quererte,
porque de amor se ha crucificado.