En nuestro amor y deseo profundo,
Hay una pasión voraz e irrefrenable;
Que no ha experimentado el mundo
Algo tierno que me deja inagotable.
Tu cuerpo que solo habita el mío,
Tuyo que no pudo ser de nadie,
De esa misma manera el tuyo es mío
De la misma forma agradable.
Nos mostramos de formas distinta,
Que parecemos dos almas palpables;
El que parece dos cuerpos unidos
El que parece dos rostros besándose.
Cuando llegas a mi ser a menudo,
Visitando las columnas de mis piernas;
Me doy cuenta que ya estoy desnudo
Encima disfrutas y reposas en ellas.
Eres dulzura de besos cruces de espadas,
Estrella que se estrella en mi pecho;
Locuras que siento y hormonas calmadas
Que vas provocando sobre mi lecho.
Tu cuerpo ha dejado oloroso jazmines,
Tú por quien mi vida por ti renació;
Dando vida con tus labios de carmines
A los míos que murieron por amor.