EL SUSURRO DE LAS SOMBRAS
Poesía
En la bruma fría de un alba marchita,
danza el viento con su luto callado,
susurra el eco de voces extintas,
memorias de un tiempo ya sepultado.
Las ruinas dormitan bajo la luna,
cautivas de un ciclo que nunca cesó,
donde el mármol llora su piel agrietada
y el polvo es testigo de aquel que cayó.
Los relojes muerden la carne del alma,
con dientes de sombra, con garras de fin,
y en cada latido que el pecho reclama
se esconde la muerte, se oculta el sinfín.
Más ella no grita, no hiere, no ruge,
desciende en la brisa, tan leve, tan gris,
y besa la frente de aquellos que huyen,
dejando en sus labios la flor de su abril.
Así nos espera, paciente, en su lecho,
tejiendo su manto de eterno dolor,
y cuando sus dedos deslicen su sello,
seremos ceniza... seremos rumor.
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