Miguel Peñafiel

HABLARÉ CLARO COMO UNO DE ESOS ESCRITOS

Hablaré claro como uno de esos escritos

Hablaré claro, como uno de esos escritos con la cual se identifican los escritores y los poetas. Me gusta tanto comer pizza y beber mucho whisky, más de un whisky a la vez, sin embargo no estoy aquí para hablar de mi vida personal, no es muy aconsejable en ciertos casos para mi hacerlo y para ser honestamente franco no veo mucha la diferencia. Aunque con la inseguridad confundo las cosas, estoy dispuesto admitir en concreto; que no puedo dejar de hallar consuelo en las botellas de whisky y sentir el exquisito aroma de el alcohol, admitir la cantidad exacta de cuantas me he bebido o de cuantas aún no me he tomado. Habiendo así dado un fin a mi manera fugaz, y a un sumiso en un profundo sueño; no cabe duda determinar, que no existen las esperanzas humanas, cuando a la puerta no se pudo tocar. Furiosamente, seguido de unos golpes que frotándome a los ojos tuve una clara visión que me decía: deje usted cualquier cosa y olvidé mi querido poeta, lo que es el amor ya no sé lo ve diariamente; nunca lo fue así como lo imaginó tan maravillosamente. Tengo permiso para quitarme las vendas de los ojos si así me parece, como también sé que tendré pocos amigos que estarán presentes en aquel día de mi partida; así me pasará cuando sienta dejar este mundo para siempre. Y encontré allí un grupo de ansiedad, que me habían estado esperando para escucharme con impaciencia; para luego darme cuenta que no habían existido mis palabras, que hable con maravillosa rapidez y al fin de cuenta mis palabras quedaron perdidas y olvidadas. Una figura humana se extendía a lo lejos, desvaneciendo entre las pinturas que representaban a diferentes temas correspondiente a los varios deberes del alma entre los sentimientos del corazón. No pude imaginar en aquel momento que me iba ausentar de los demás; ni siquiera se me había pasado por la cabeza algo así, no sé tampoco si es algo temporal o definitivo, pero de lo que sí estoy seguro y me hago la idea que es mejor desaparecer por un buen tiempo a mi instinto poeta que alardear contra los demás. Esta primera prueba me pareció decisiva, algo apresurada tal vez; pero casualmente estableciendo contacto con mi otro yo pude entender la razón de mi dolencia que aún siendo sensible así nunca podré crecer. Mentiría si diría que no me siento alarmado, pues en mi caso las palabras no me resultarían exactas con la misma perfección que su lengua propia, que debo pensar un poco más que en la verdad y empezar a buscar dentro de mi mismo. ¿Y cómo debería interpretarlo, para decirlo de una vez? Nadie dudará del poeta cuando haya empezado a controlar sus emociones y pensamientos, que por una parte me sentía convencido que todo estaba en orden y me límite a seguir avanzando. Al no recibir las respuestas que andaba buscando me aproveché de la ocasión, y traduje mi discurso en la forma original. Me da mucho pesar decir todas estas cosas; pero este es un lugar que por herencia tengo, un lugar que después de muerto nunca olvidaré. Y respeto a mis tomaderas seguidas que podría decir; yo solo bebo para ser sociable, para vencer mi intimidez; y los tragos son sólo pura mente terapéutico, un ligero a paliativo contra la fría desesperación de un hijo huérfano. Un hijo que no carece de padres si no que carece de amor  ante el mundo, se comprenderá fácilmente mi discurso y todo lo que he querido decir; siendo este mi despido y mi retiro en la poesía, ¡dejando claro realmente como pienso y realmente como soy!...

Reserva derecho de autor.

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