Mientras yo te veo, nace el rubor
Que se mece bajo tu rostro hermoso
Lo que me da mi tesoro amoroso
Es su inocencia hecha luz de amor.
Brilla más, que la lucidez del oro
Es el oro hecho rostro: tu color,
Así me lo demuestra tu claror
Como un rostro bello de decoro.
El color de tu rostro; y tus ojos
Ya nacieron de acuerdo a tu medida
No cambies tus mejillas de rojos
Ni tu belleza tan dulce y atrevida,
Sale la ternura pura de tus ojos
Y el color y la luz, que son mi vida.