Brotan de sus ojos dulces sentimientos,
De su rostro de seda de mi niña bonita;
La flor más perfumada y linda se abriga
A la fragancia y armonía: de la rosa roja.
Su tierno corazón es como bello paisaje,
Repletos de arcoiris y violetas lunas;
Con el alba rosa de su divina primavera
Arrullan mi alma, ¡con su suave melodía!.
Dentro de mi perdura la esencia misma,
Del extasis de la pura flor encantada,
Y más cerca de recibir la cosecha futura
Mi linda flor, bien parecida enamorada.
De su cuerpo cinturita y petalos sedoso,
Aclaman mis ojos a la diosa amarilla;
Y el dulce néctar que me ofrece su boca
Tiene el sabor de la miel: pura y exquisita.
Se siente en el ambiente fragancias lilas,
Que se percibe directo de su ventanal,
Y algo dentro de mi pensar ellos decían:
Ella es la linda flor de los poemas fugaz.
El perfume de su flor es como una droga,
Difícil de olvidar y de no poder dejar,
La llevo dentro de mis venas muy vanas
Al pie de la letra, sin poder mirar atrás.