Un hombre solo en una casa vacía
descubre sin rumbo su limitado plano
transpasan las paredes del tiempo
quizás así demuestro que no soy humano
y los dulces encantos de los libros
vierten en mi con sus palabras
poesía que fueron de mis ancestros
y hoy pasaron hacer poesías sabias
estoy solo y no veo venir a nadie
nadie más que al pensamiento
y aunque se invitó sin proponérselo
me trajo el rostro de una mujer amable
se ha tendido en la cama una dulzura
para acompañar mi alma solitaria
que no se siente muy segura
bajo lo profundo de mi almohada
que sueña con un día amarte
obedecen a un juego que no entienden
que dirige un amor indescifrable
para todo aquel que me comprende.