Como el corazón vivo que canta
desde el fondo de sus latidos,
con su voz dulce que espanta
amarte, se escucha sus gritos.
Abre tu alma y también tus oídos
para ti he creado este poema fantástico,
cantaré hasta los versos prohibidos
aunque digas: que parezco dramático.
cantaré en oda de tus senos
luego de tus cabellos oscuros,
y con mis pensamientos serenos
ablandaré corazones duros.
Como el corazón vivo que canta
desde el fondo de sus latidos,
con su voz dulce que espanta
alabaré dulcemente a sus gritos;
cuya voluptuosa voz evocó
en las noches dulces de insomnio.
Y para acabar pediré un beso,
de tus exquisitos labios rojos,
dónde saldré ileso
de jurarte mi amor de hinojos.