Tú sabes que tu piel me provoca
Y de tu cuerpo al mirar;
Esa piel desnuda se me antoja,
Esa exquisita fragancia
De tu piel de mujer me provoca.
Amo esa desnudez de tu cuerpo
Qué despoja a tu alma,
De ese aromático disfraz
Que libera tu bella naturaleza,
Provocándome las ganas.
Tú sabes perfectamente mujer
Como te ven mis ojos;
A la apasionada llama divina
Que dentro de ti posees,
Y que todo lo que existe en ti
Va llevándome a navegar,
Hacía las islas de tus placeres.
Me gusta acariciar tus mejillas
Con mis tiernos labios,
Que de tu carne encienden;
La amorosa pasión,
Esa delicadeza que emociona
Cada vez, que me siento;
En tus brazos y me encuentro
Vivo, suspirando de amor.
Tus senos cerca de mis latidos
Que agitando a mi corazón;
Va excitando a mis músculos,
Con esa esencia apetecida
De satisfacer todas mis ansias
Al filo del romance y el amor.
Ese hechizante elixir que tienes
En todo lo que provocas,
Y al natural carmesí de tu boca
Tus besos a mi sed invocas:
Reclamando de ti las dulzuras,
Y del afán de tu perfume,
Que va marcando a mi cuerpo
De este amor que me consume.
Que ternura es sentir tu cabello
Enredándose en mis manos,
Percibiendo tus pensamientos
Que me dicen un mil te amo.
Sintiéndote por mi bien amada
Y hacía mi estas destinada,
Y en ti, y en mi, nada se apaga
Somos dos ardientes luceros
¡Que para bien y mal se aman!.