Falsa promesa que atrapa a los campeones del desamparo en ese momento indispensable y fulminante como

Sólo queda por interpretar un pequeño y triste papel de reparto, para un actor mediocre como usted, fingiendo ser genial. Eres el sabor amargo que

Muéstrame las partes dañadas de tu alma. Permíteme que bese cada uno de tus recovecos.

Yo no sé en qué mierda pensaba, Kim y Lis. Yo no sé porqué me dejé arrastrar, ¿ok? Para ellas, el dinero

Miro hacia aquel horizonte, colina literal y sombría por la neblina. Envío toda la fuerza a mis dos frágiles patas