Arrastrada por la lujuria, por mi ilustre amor propio.

Me hallo entre pilares, miles de conocimientos, de razones y ganas de vivir.

Pesar de almas, de cognitivos sentimientos.

Sólida limpieza interna. Contraposiciones externas.

Conocedora de un solo sentimiento, admiradora de una emoción.

Donde el predominio es tu quimérico transporte, tu seductora declaración de sabiduría.

Donde la meta siempre fue llegar a ti.

Con la delicadeza de un trazo, de la posición ligera de una pluma, seguirás ardiendo en mis ojos.

Y que siempre fuiste la precisa personificación de mi libre musa.