Índole y carismática figura placentera de ver por horas. Incomprensible, sinuosa y tan intrigante. Mirada fugitiva, airosa, celestial, de ensueño.
Temple inefable, quebrado en suspiros que para mí eran goces de ternura.
Arquitectura inverosímil e ineludible con lo real.
El recóndito secreto guardado en tu isotérica, seductora y legendaria sonrisa.