¡Magníficos espejos Que vieron mozos los que copian vi… ¡Espléndidos tapices Hechos de antaño a proteger deslic… ¡Doradas cornucopias -

A los espacios entregarme quiero Donde se vive en paz y con un mant… De luz, en gozo embriagador henchi… Sobre las nubes blancas se pasea, Y donde Dante y las estrellas viv…

Señor: en vano intento Contener el león que me devora: Hasta a escribir mi amargo pensami… La pluma recia se me niega ahora– Señor: mi frente fría

Homagno sin ventura La hirsuta y retostada cabellera Con sus pálidas manos se mesaba. “Máscara soy, mentira soy, decía; Estas carnes y formas, estas barba…

Dios las maldiga! ¡Hay madres en… Que apartan a los padres de sus hi… Y preparan al mal sus almas blanca… Y les derraman el odio en los oído… ¡Dios las maldiga! Oh, cielo, ¿no…

Hoja tras hoja de papel consumo: Rasgos, consejos, iras, letras fie… Que parecen espadas: Lo que escri… Por compasión lo borro, porque el… El crimen es al fin de mis hermano…

¿Por qué os secáis, violetas gener… Que me dio en hora amarga mano pía… Pues patria al alma dais, flores m… ¡No os secaréis en la memoria mía!

Alma que me transportas: Voz desatada Que a las almas ajenas Llevas mi alma; Cinta, cinta de fuego

En un dulce estupor soñando estaba Con las bellezas de la tierra mía: Fuera, el invierno lívido gemía, Y en mi cuarto sin luz el sol bril… La sombra sobre mí centelleaba

¿Por qué no acaba todo, ora que pu… Amortajar mi cuerpo venturoso Con tu mantilla, pálida andaluza? No me avergüenzo, no, de que me en… Clavado el corazón con tu peineta!

Oh, qué vergüenza! El Sol ha ilum… La Tierra; el amplio mar en sus e… Nuevas columnas a sus naves rojas Ha levantado; el monte, granos nue… Juntó en el curso del solemne día