#Cubanos #Habaneros #Modernismo #SigloXIX #FloresDelDestierro
Bien: ya lo sé! La Muerte está se… A mis umbrales: cautelosa viene, Porque sus llantos y su amor no ap… En mi defensa, cuando lejos viven Padres e hijo. Al retornar ceñudo
De sus pestañas al peso el ancho párpado entorna, lirio que, al sol que se torna, se cierra pidiendo un beso. Y luego como fragante
En ti pensaba yo, y en tus cabello… que el mundo de la sombra envidiar… y puse un punto de mi vida en ello… y quise yo soñar que tú eras mía. Ando yo por la tierra con los ojos
—¿De qué estás triste? —De amor. —¿Por quién? —Por cierta doncella. —¿Muy bella, pues?
Ayer la vi en el salón De los pintores, y ayer Detrás de aquella mujer Se me saltó el corazón. Sentada en el suelo rudo
Por las mañanas Mi pequeñuelo Me despertaba Con un gran beso. Puesto a horcajadas
¿Que como crin hirsuta de espantad… Caballo que en los troncos secos m… Garras y dientes de tremendo lobo, Mi destrozado verso se levanta?... Sí, pero ¡se levanta! A la manera…
Odio la máscara y vicio Del corredor de mi hotel: Me vuelvo al manso bullicio De mi monte de laurel. Con los pobres de la tierra
Mirala! ¡Es negra! ¡Es torva! Su… Hambre la azuza. Son sus dientes… Antro su fauce; secadores vientos Sus hálitos; su paso, ola que trag… Huertos y selvas; sus manjares, ho…
Cultivo una rosa blanca, En julio como en enero, Para el amigo sincero Que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca
Mucho, señora, daría Por tender sobre tu espalda Tu cabellera bravía, Tu cabellera de gualda: Despacio la tendería,
Estas que ofrezco, no son composiciones acabadas: son, ¡ay de mí! notas de imágenes tomadas al vuelo, y como para que no se escapasen, entre la muchedumbre antiática de las calles, entr...
Oh, ritmo de la carne, oh melodía, Oh licor vigorante, oh filtro dulc… De la hechicera forma! No hay mil… En el cuento de Lázaro, si Cristo Llevó a su tumba una mujer hermosa…
Estos son mis versos. Son como son. A nadie los pedí prestados. Mientras no pude encerrar íntegras mis visiones en una forma adecuada a ellas, dejé volar mis visiones: ¡oh, cuánto áureo...
Dos patrias tengo yo: Cuba y la n… ¿O son una las dos? No bien retir… Su majestad el sol, con largos vel… Y un clavel en la mano, silenciosa Cuba cual viuda triste me aparece.