#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1974 #ElAmorLasMujeresYLaVida
Bien sabía él que la iba a echar d… pero no hasta qué punto iba a sent… no ya como un veterano de la nosta… sino como un mero aprendiz de la s… es claro que la civilizada prevent…
Desde el octavo piso de mi tercer… veo el mar excesivo que me prestan mercado viejo al norte donde el qu… se llama luz brillante y al oeste otro mercado el nuevo adonde llega…
El niño que no vino tiene los labios fuertes tiene las manos tiernas el alma como nube no es nadie
En primavera cuando surgen las consabidas muchachas de ojos v… y el nuevo viento agita con espera… antenas y divisas y follajes
Aquí la soledad se pone oscura el viento insiste al final del día estoy cansado como después de un s… y aunque me gustaría brindar con a… bebo el vino en un vaso de vidrio…
País lejos de mí / que está a mi l… país no mío que ahora es mi contor… que simula ignorarme y me vigila y nada solicita pero exige que a veces desconfía de mis pocas…
Cuando se incorpora en la arena, dobla cuidadosamente la toalla, respira con fruición, camina hasta la orilla y se introduce lentamente en el mar, siente que no ha dejado nada a la impr...
Bueno zelmar pasaron nueve años y las bisagras del país se quejan rechinan dulcemente nadie va a preguntar
Hace ya medio siglo don Nicola creía que el lascivio prostibulo y el discreto vestíbulo era lo mismo
Lo dijeron y lo repitieron esclarecidos portavoces de Algo: «Se acabó la escritura. La literatura está condenada a morir. De ahora en adelante sólo existirá la Cultura del Ruido y de la...
Dice mi amigo Bud que los ovnis n… de marte ni de la urss ni de cabo… sencillamente llegan de un remotís… con la peregrina intención de inve… cómo fue que los terrestres empeza…
Claro que ya me voy uno regresa siempre pero entendámonos vuelvo porque me sufro y no porque me encante
Si pudiera elegir mi paisaje de cosas memorables, mi paisaje de otoño desolado, elegiría, robaría esta calle que es anterior a mí y a todos.
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...
Hubiera entregado el Dios que no… hubiera aprendido tres o cuatro si… y así desalentado, así fiel, ceniciento, invariable como un recuerdo atroz,