Déjame este zumbido de verano y la ausencia bendita de la siesta déjame este lápiz este block esta máquina

En este instante el mundo es apena… un vitral confuso los colores se invaden unos a otro… y las fronteras entre cosa y cosa entre tierra y cielo

Cuando el fulano se miraba el ombl… no era por narcisismo o complacenc… sino porque ahí siempre vio colina… nubes convexas / constelaciones abismos caóticos y jubilosos

Rodolfo convirtió la realidad en s… asedió las respuestas con pregunta… tuvo una enojosa obsesión por la v… cómo no iban a odiarlo si sabían q… maltrecho o pertrecho con su cara…

Desde que, en mi lejana adolescencia, me enfrenté a El amor, las mujeres y la muerte, por entonces el libro más popular del filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860), entré en con...

Quieren que me refugie en vos palabra blanda silaboba que crea a pie juntillas que sos m… monasterio tantas cosas

Mirate así qué cangrejo monstruoso atenazó tu… qué paliza paterna te generó cobar… qué tristes sumisiones te hicieron…

A sus treinta y cinco años, Ileana Márquez tenía marido (Dámaso) y amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba ...

Después de tanta quietud tanto sil… el país gira como un trompo llega a la orilla de las decisione… de las falencias y del optimismo cada uno lleva su ramillete de gan…

Todo verdor perecerá dijo la voz de la escritura como siempre implacable pero también es cierto