¿Te acordás hermano qué tiempos aquellos
cuando sin cortedades ni temor ni vergüenza
se podía decir impunemente pueblo?
cada uno estaba donde correspondía
los capos allá arriba / nosotros aquí abajo
es cierto que no siempre
logró colarse el pueblo en las constituciones
o en las reformas de constituciones
pero sí en el espíritu de las constituciones /
los diputados y los senadores
todos eran nombrados sin boato
como representantes de ese pueblo
ahora el requisito indispensable
para obtener curules en los viejos partidos
y algunos de los nuevos
es no pronunciar pueblo
es no arrimarse al pueblo
no soñar con el pueblo
incluso hubo un ministro mexicano
(sabines dixit) que en el sesenta y ocho
unos meses después de tlatelolco
dijo / con el pueblo me limpio el culo /
después de todo el tipo era sincero
por otra parte en las obras más doctas
de los historiadores con oficio
el pueblo aún figura en las notas al pie
y en el último tramo de la bibliografía
pero el voquible pueblo / en general /
es contraseña de las catacumbas
de los contactos clandestinos
de las exhumaciones arqueológicas
de vez en cuando surge un erudito
que descubre que engels dijo pueblo
que Gramsci el Che Guevara y Rosa Luxemburgo
que Mariátegui y Marx y Pablo Iglesias
dijeron pueblo alguna que otra vez
y ciertos profesores que todavía tienen
en sus almarios un pañuelo rojo
llevan a sus alumnos al museo
para que tomen nota disimuladamente
de cómo eran las momias y los pueblos
y claro los muchachos que absorben como esponjas
se levantan sonámbulos en mitad de la noche
y trotan por los blancos corredores
diciendo pueblo saboreando pueblo
mas como en la vigilia vigilada
ya nadie grita ni murmura pueblo
hay en las calles y en las plazoletas
en los clubes y colegios privados
en las academias y en las autopistas
una paz algo densa / a prueba de disturbios
y un silencio compacto / sin fisuras
algo por el estilo del que encontró Neil Armstrong
cuando anduvo paseando por la luna sin pueblo