Con sus pasos enanos se va acortando el tiempo
y en esas brevedades ya no hay revelaciones
apenas un caudal de sentires lacónicos
que vamos escondiendo con un pudor fluvial
tal vez porque no somos expertos en recelos
de pronto aquellos pasos enanos se agigantan
las jornadas maduras caen como castañas
un pobre sol en franjas nos entibia la nuca
los recuerdos descalzos tienden a conmovernos
y los viejos enigmas se abren sin aviso
las maravillas últimas se acaban pero quedan
sus huellas imprecisas junto al álamo seco
a menudo las manos se azoran / destempladas
pero los dedos pálidos / endebles / inseguros
todavía se atreven a desafiar el fuego.