Aquella noche Hyde y Jekyll
decidieron tomar un trago
silbó bajito el Dr. Jekyll
y dijo hoy me siento ufano
tengo tranquila la conciencia
la digestión de buen talante
creo que vivir vale la pena
bajó los ojos míster Hyde
y dijo torvamente mierda
luego elevaron las dos copas
de vino tinto y vino blanco
y brindaron por esa eterna
y saludable coincidencia
por fin salieron abrazados
como dos buenos enemigos
estornudaron al unísono
y se metieron en el Hombre.