Alguien limpia la celda de la tortura que no quede la sangre ni la amargura alguien pone en los muros

Vení vamos a discurrir por el antes como antes es un peregrinaje inesperado y el turismo interior está de moda

No es ninguna molestia explicarle qué pienso del infinito el infinito es sencillamente

Sigo en pie por latido por costumbre por no abrir la ventana decisiva y mirar de una vez a la insolente

Los sueños de la siesta no son los mismos que los de la no… sueño en la noche a veces con tapias / hondonadas las embestidas del pampero

Ningún padre de la iglesia ha sabido explicar por qué no existe un mandamiento once que ordene a la mujer

Por lo menos habían transcurrido quince años sin que Ignacio supiera nada de Martín o de Alfonso. Nada, de modo directo, claro, ya que indirectamente le habían llegado esporádicas refer...

Cierro los ojos y no existe el prójimo se terminan la lucha

Fue un sábado de tarde, en plena siesta, cuando sonó la primera llamada. Aún medio aturdido, había alargado el brazo hasta el teléfono, y una voz masculina, ni demasiado grave ni demasi...