#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1981 #PoemasDeLaOficina
Cuando me canse de escuchar llantos de niños en la brisa cuando me canse de mirar pueblos que apenas son ceniza me iré con lluvias estrelladas
El 21 de noviembre de 1975, Buenos Aires empezó siendo una mañana fría, soleada, menos húmeda que de costumbre. Como todos los viernes, las calles del centro eran desde temprano u...
Oiga, che—me dijo Medardo Robles, a eso de las dos de la madrugada, en el Café y Bar La Redoblona, mientras empinaba despacito su quinto o sexto espinillar—, ¿por qué no escribe un cuen...
Ya sos mayor de edad tengo que despedirte pesimismo años que te preparo el desayuno que vigilo tu tos de mal agüero
Cuando volvés a la tarde como a un… y tu mujer te espera linda y ávida y cree en la provincia de tu silen… que hace tiempo vendiste al enemig… cuando volvés de tarde como un pad…
Yo también tengo ruinas y si acudo al pasado ya no sé a quién o a quiénes busco entre los escombros son ruinas sin prestigio
Cada vez que nos dan clases de amn… como si nunca hubieran existido los combustibles ojos del alma o los labios de la pena huérfana cada vez que nos dan clases de amn…
¿Dónde está mi país? ¿junto al río o al borde de la noc… ¿en un pasado del que no hay que h… ¿dónde? ¿en la desolación de la memoria?
Ningún padre de la iglesia ha sabido explicar por qué no existe un mandamiento once que ordene a la mujer
A sus treinta y cinco años, Ileana Márquez tenía marido (Dámaso) y amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba ...
Cuando Adán el primero agobiado por Eva y por la soledad inventó cautelosamente a dios no tenía la menor idea de en qué túnel de niebla había me…
Después de tanto tiempo y en un aire de nieve hallo por fin a Carlos a Lilian al flaco vivieron
El senador murió y sus viudas lloran por orden de alfabeto es la emulsión de muchas dudas de buen humor y de respeto llora Alejandra sin empaque
Fue como en un delirio así que no recuerdo si el hotel del abismo era un abyss sheraton o un abyss hilton
Siempre había sido animal de ciudad y disfrutaba siéndolo. Era evidente que lo estimulaban las complejidades y las vibraciones de ese laberinto, el olor a gasolina aunque llegase a ser ...