En el sillón tranquilo de balance
en la recuperada mecedora
qué he de hacer sino balancearme
los racimos las nubes las ideas se mecen
se mecen los desastres cavilosos
hago balance pendular de vida
y el dividendo es una duda fértil
que mece sus motivos y argumentos
en el sillón tranquilo de balance
en el sillón tranquilo de balance
en la reminiscente mecedora
qué más puedo emprender que sopesarme
llenar a plenitud los dos platillos
de la vieja balanza sin que sobren
los esplendores ni las cortedades
para evaluar añicos y bosquejos
y sopesar pesar balancearme
en el sillón tranquilo de balance
en el sillón tranquilo de balance
en la perseverante mecedora
qué puedo hacer sino desnivelarme
o nivelarme a costa del espacio
donde posibles y arduos se columpian
o se fugan dejándonos a solas
¿habrá pues que esperar así meciéndonos
a los apoderados de la muerte
en el sillón tranquilo de balance?