El día o la noche en que por fin l… habrá que quemar las naves pero antes habremos metido en ella… nuestra arrogancia masoquista nuestros escrúpulos blandengues

Si cada hora viene con su muerte si el tiempo es una cueva de ladro… los aires ya no son los buenos air… la vida es nada más que un blanco… usted preguntará por qué cantamos

Esta vez fue un cometa que sacudió… y creemos saberlo todo de esa inca… ¿y si otra vez / dentro de tres mi… o de un lustro o de una sola noche otro cometa nos eligiera para acri…

Las calles están muertas padecidas la soledad se atreve al resplandor alguien sabe quién es pero lo ocul… no sólo las gargantas tienen rejas la primavera a veces huele a invie…

A sus treinta y cinco años, Ileana Márquez tenía marido (Dámaso) y amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba ...

Quiero aclarar que este testamento no es el corriente colofón de vida más bien se trata de un legado frá… vigente sólo hacia el final de un… digamos pues que lego para el juev…

Con dos miradas miro dos paisajes aquí el fragor labrado surco a surco

Como un exacto curriculum de Carl… así puede leerse de un tirón el apretado libro de Tomás pero después de ese tirón algo fal… y hay que empezar de nuevo

No creo en vos mordaza pero voy a decirte por qué no creo ya ves