#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1981 #PoemasDeLaOficina
Madrid quedó vacía sólo estamos los otros y por eso se siente la presencia de las plaz… los jardines y fuentes
Ya lo sabemos es difícil decir que no decir no quiero ver que el dinero forma un cerco
El viento arrima propuestas mejores que las de antes ya no son interrogantes triviales o deshonestas pero el mar tiene respuestas
Padre nuestro que estás en los cie… con las golondrinas y los misiles quiero que vuelvas antes de que ol… como se llega al sur de Río Grand… Padre nuestro que estás en el exil…
Es increíble lo que está pasando. El invierno desciende caluroso los ángeles orinan en las fuentes cantan los gallos a las nueve y me… que es una hora sin ningún prestig…
En la última asamblea del futuro faltaré sin aviso.
Es decir la miraba porque ella se ocultó tras el biombo de nubes y todo porque muchos amantes de es… le dieron sutilmente el olivo con su brillo reticente la luna
Hablo de tu infinita soledad dijo el fulano quisiera entrar al saco de tu memo… apoderarme de ella desmantelarla desmentirla
Sobre cartas de amor Las circunstancias / tiempo en car… ponen a nuestro alcance pena y goc… pero más de una vez nos llevan a remolq…
Tal vez se le olvidó tu santo y se… después de todo no es tan importan… no va a flamear el cielo por su au… ayúdate secúndate solázate búscate en la quimera de los otros
Por una vez existe el cielo innece… Nadie averigua acerca de mi corazó… ni de mi salud milagrosa y cordial… porque es de noche, manantial de l… viento de la noche, viento olvido,
Hasta ayer instalaron confesiones y ofertas en el living de mi alma… tomaría una caña pero hay veda de paciencia pronósticos y alcohol he de reflexionar porque mañana
El mar es un azar qué tentación echar una botella al mar poner en ella por ejemplo un grill… un barco sin velamen y una espiga
Siempre le pasaba lo mismo. Cuando alguien traducía uno de sus poemas a una lengua extranjera (al menos, de las que él conocía), sus propios versos le sonaban mejor que en el original. ...
La rosa de oro no se marchita ni tiene aroma el cielo ajeno que te envenena