He viajado a través de la locura para encontrarme con mi paladar,
todos mis pecados los vierto a fuego lento,
para acercarme a ti pura y envuelta en papel arroz.
Bañame con whisky
o de semen,
déjame pasar el último invierno en tu cenicero.
Alguien sembró el mal en mi vida,
dejó la semilla en la formalidad del clavel.
El día que nací vieron que venía cabalgando un gran caballo rojo,
por eso Bukowski detestaba la cerveza caliente de los hipódromos,
desde lo más alto puedo ver geranios y luciérnagas en el cielo,
los retretes no son un sitio para sazonar bombones
y compartirlos con un tipo romántico que llegue aceptar todos mis demonios en forma de cubiertos.
Marie Bardott