#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos
La luna y el niño juegan un juego que nadie ve; se ven sin mirarse, hablan lengua de pura mudez. ¿Qué se dicen, qué se callan,
Allí, –en lo no mío, en mí– estaba el paisaje. Sonaba la músic… —Catedral de recuerdos.— Se borró el paisaje. Y pasó la mú… Aquí mi paisaje; aquí, ésta, mi mú…
Nunca es ocioso para la curiosidad eternamente despierta del buscador, reconstruir al poeta por la ruina que dejó en los fragmentos esparcidos de una presencia que se eclipsa sin desapa...
Por el verde, verde verdería de verde mar Rr con Rr. Viernes, vírgula, virgen enano verde
Ilesa isla intacta bozal del mar nómada, cabezal de nardos ahogados en luz. Un ladrido en clave
Bajo la alta soledad inmerso, a la deslumbre del azul ufano, el viento enseña el ala del revers… toda ventana abierta sobre el vano… Aquí, sobre este lado de antepecho…
En esta tierra del alma leve y tenaz —limo naciente de morires súbitos— hueco,—entre dos piedras de silenc… mi canto, eterno, recomienza.
Yo adoro en el Otoño la expresión… que llena los jardines de gracia p… y en que en el gentil donaire del… idealiza el ambiente con una unció… Si ha muerto ya el Estío, su muer…
Yo me esconderé pero que no me veas ¡oh Tiempo! por invisible claro viajero. Yo te observaré en tu intimidad, cuando crees estar solo y desnudas el secreto
¿Dónde la mano encendida bajo el sin luz de la luz? Red de espera, y sin espera extendida a nueva ausencia: pestaña del aire quieto
Al caos me asomo... El caos y yo por no ser uno no somos dos. Vida de nadie,
Rompo una rosa y no te encuentro. Al viento, así, columnas deshojada… palacio de la rosa en ruinas. Ahora —rosa imposible—empiezas: por agujas de aire entretejida
Aunque falte a tu vida la paz, y l… nunca te sonriese sobre el camino… que llene tu existencia siempre la… como ha de rebosar el molde de tu… Con los ojos cerrados busca el mun…
Su cuerpo resonaba en el espejo vertebrado en imágenes distantes: uno y múltiple, espeso, de reflejo reverso ahora de inmediato antes. Entraba de anterior huida al dejo
Esta rosa quema el aire templada, sin desgarro, a solas con lo eterno, llega al morir de ahora de sí misma apartada.