La piedra lanzada en el lago viajaba como un astro dejando su estela de circunferencias locas.
Cortesía, hechizo de las personas amables y benevolentes. Las buenas palabras, junto con las buenas acciones
Movía su rueca mágica mientras cantaba himnos angelicales.
La impaciencia impide pasar del paso a paso y nos aleja del paraíso.
Después de la tristeza, viene la felicidad que trae consigo la paz.
Preciosa gargantilla, arrancada del cuello de Atenea, para embellecer a las doncellas de los jardines de Grecia, jardines de las hojas perennes.
¡Oh! mar verdiazul coronada estás de remolinos y blancos torbellinos.
Mar tempestuoso, de agitada melena de león rugiente.
Allí balan suavemente las crías de corderos estando sobre florecientes hierbas frondosas y ¡¡hermosas!!.
Gran poder es saberse moderar.
La Reflexion adorna las obras de los humanos y los lleva por el buen camino.
Ballenas de mar, lomos pedazos de islas navegantes, errantes y a la deriva.
Sacerdotisas llevan en sus castos brazos pequeños cofres y vasos sagrados para honrar y ofrendar
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
En la soledad de la montaña entre duras peñas alumbré mi cría y la llamé Esperanza.