Caballitos de madera, peluches en tu cunita, puzles inacabados, música en el carrusel. Norias que ruedan y alejan,
Un hilo de voz muy suave arullo la rueda que gira el agua que baila el trino del mirlo.
Y en el candor de tu mirada, viven mis sueños que prenden de luz cada matina. En el mar de mi impaciencia se debaten tus ausencias.
Y tiritilan tus límpidas pupilas, sonrojándome. @María José Luque Fernández
De tu pecho fluía la vida más tú no la querías dormitabas en silencio, a su vera más ni tan siquiera le oías. Lloraba desconsolado
En este otoño tardio en el que revolotean las hojas y el ocre baña el paisaje mi piel se estremece a su llegada.
Clave de sol sobre mi pecho colores en mis pupilas sonrisas escondidas mejillas sonrojadas latidos desbocados
Entre las sombras ando embrujado por esa luz tuya, querida en la que me envuelves.
Y despiertas sigilosamente bajo la boveda celeste en el frío de la noche dos almas se confunden la luz de la matina des-esperen
Transito No importa el destino cuando se sabe el origen, cuando el tránsito es camino abierto y límpido
Estímulos, percibo sensaciones, se cruzan mis neuronas, la música se asoma a la mirada, fragancia de suave almizcle siente… oler el rojo carmín de tus labios…
Se esculpen a tu paso, en cascadas resguardadas en las entrañas duerm… horadadas por el viento, crujen las crestas, quedando fosilizadas. Secretas oquedades bajo el agua
Golpean, paso a paso marcando la tierra que no es suya latido que se envuelve entre las manos
Un, dos, tres, contaba Luisillo arrimado a la par… Cuatro, cinco, seis, se rasca, le pica la piel del pie. Siete, ocho, nueve, diez,
Entre las piedras crece el musgo dónde la ciencia era un don, gentes de aquellas tierras universos tan dispares. Pirámides, antiguos habitantes,