Es tu voz melodía
que hace eco en mi cerebro
despertándome de esa mar
en que me hallo inmerso
pretérito de los tiempos que ocupa
el silencio del momento
en el que se centra mi vida.
La tristeza se refleja en sus ondas
transportándome a sus orillas
dónde naufragan mis sentidos
opacos a la luz de tu mirada
cenagosos pozos donde
empezuña mi alma sin remedio
olvidando mi presente.
Y tu voz me aleja
y pausadamente me encamina
hacia la tibia luz
de tu limpida mirada
donde por fin naufrago
en tu horizonte.
María José Luque Fernández.
Gracias por sus lecturas.