María José Luque Fernández

Desvencijada

Recojo sin saberlo, los restos de una vida,
raíces que se escapan de la Madre Tierra,
colores se disipan en su regazo,
inerte entre mis manos queda.
Son ellas las que vuelan,
chismorrean las golondrinas el fin de la primavera,
el invierno ralla el momento en que despiertas,
encuentras tú camino, sin luz que te preceda,
anegas tu alma cuando sin vida queda entre tus dedos,
sientes el fin del principio, la oscuridad que precede,
el legado que se queda en el olvido prendido.
Sentires que cohabitaron despertares abismales,
ratas que roen la vida, son los que te buscan
insumisa brilla tu alma, esa que no claudica.
Deja que se confíen, y después retorna,
Llévales a la tormenta donde puedas exterminarlas,
ordena al viento que sople, agujero negro les espera,
tiembla de amor, no de miedo,
aquel que tu alma eternamente cobija.
 
@Maria José Luque letras
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